El amor es...
¿Qué es el amor?... El amor es GRANDE.
El amor grande, absoluto y verdadero es una bendición que le toca a muy pocos. Creo que encontrarlo debe ser muy hermoso y que puede ocurrir a cualquier edad.
Así que el único amor puro es...El amor de tu hijo.
"No quiero pasar por esta vida en silencio". Pero si quiero algo como legado.
Un dia ya no estas y dirán: " Sí, pero ¿qué logró?.
Incluso cuando te otorgan un premio, ¿qué haces?... Lo pones en un cajón.
El sueño es el único momento, cuando puedes estar libre con tu fantasía y tus pensamientos.
SOÑAR NO CUESTA NADA.
No debes ser avaro con los sueños, los sueños deber ser grandiosos.
La vida comienza con un nuevo dia (cada dia, como darle la vuelta a una revista).
Una revista debe de hablar de todo lo que pasa en el mundo... Estamos conectados con todo.
Franca Sozzani
Francesca Sozzani fue una de las más importantes directoras que ha tenido Vogue Italia y una de las personas más influyentes dentro de la industria de la moda de las últimas décadas. Graduada en Literatura Germánica y en Filosofía, Sozzani comenzó su carrera en Vogue Bambini. Allí empezó a forjar su agenda de colaboradores. En 1988 fue nombrada directora de Vogue Italia. “Yo ya había dirigido leí con solo 29 años, y allí me di cuenta de que no había revistas de moda distintas, todas eran muy convencionales. Luego me fui a Estados Unidos, y ese fue verdaderamente mi golpe de fortuna”. Durante sus casi treinta años al frente de la revista, supo crear un lenguaje visual único y fue una verdadera visionaria del poder de la imagen y de las redes sociales. “Hay que tener en cuenta que el italiano es un idioma muy bello, pero prácticamente desconocido fuera de aquí, y yo no quería que Vogue Italia fuese una revista solo italiana. Desde el principio, el lenguaje de nuestra revista fue totalmente visual. Por eso suelo decir que yo inventé Instagram, al menos en el formato de papel”, comentaba. Colaboradora habitual de Steven Meisel, con el que firmaba prácticamente todas sus portadas, fue una de las impulsoras del fenómeno de las supermodelos en los años 90. Su arriesgada visión editorial le permitió llevar a la portada de Vogue Italia importantes polémicas y debates sociales como el machismo, el abuso de la cirugía estética o el racismo dentro de la industria de la moda. Muy apegada a su familia, sobre todo a su hijo, el fotógrafo Francesco Carrozzini que le dedicó un documental, y a su hermana Carla, propietaria de 10 Corso Como, un complejo de tiendas de lujo y restaurantes en Milán, se definía como poco sociable y poseía un estilo reconocible pero siempre elegante.
La visión eterna de una mente creativa
